Deliraba Felipe Segundo dentro el lecho.Una visión, clavada como ardiente saeta,lo mantenía insomne, le atormentaba el pechoy tenía el semblante igual que el rey-poeta. -Quiero
Categoría: Poesía
14. Más te padezcoy eres más intensa.Me hieres másy más te necesito.Mi voluntad de amartees más inmensa.Ya salto de emoción,ya lanzo un grito… No hay
5. ¡Cuán feliz yo me siento,verso mío,cuando a mi labio acudesbien templado! Naces adentrosemejante a un río;llegas afueraen curso arrebatado. Rayo demoledordel gran vacío;árbol de
6. ¿Qué traigo yo?No la herramienta burda,ni el sable ni el bastón;traigo la lirasin eco ni matizde voz palurda,voz pura ante el agravio,exenta de ira.
7. Yo sueñoun mundo exótico y profano,con bosquesy con lagosy con floresen que yo sea un reyy en que mi manogobierne no vasallosni señoressino el
2. Yo me llamo Luzbel.Hay dentro míorojos abismos,llamazar de infierno. Sueño instalar mi reino.Y desvaríoy me desangroen un dolor eterno.Rujo por no llorar.Y, cuando río,blasfemo
Señores, en esta tarde,ha de peliar el Carmelo.¡Qué rica raza de gallo!¡No hay otro igual en el pueblo! ¿Conoce usted a nuestro héroe?No lo conoce
Ahora me he aproximado a tu silencio, a tu alma.A escuchar si respiras y tienes aún latidos.¡Cómo darte la sangre, tu última sangre hermosa!Me esfuerzo
De pronto el ruedo.Un mar de gritos. En el mismo centrocaen dos gallos de plumaje lúcido.Se miden. El rumor se apaga. Avanzan,estudian con sigilo, teorizan,se
Solípedo divino hecho ex profesopara el servicio de héroes y de dioses.¡Qué poderío el de los pies velocesde este heredero de Quirón y Neso! Otea
