PASTORA ¡Forasterito, forastero, quién como tú, feliz tú solo cual picaflor picando flores de corazón en corazón!
Categoría: Poesía
(A Carlos Loayza Lagos) Ondula por el valle de las hierbas su cabellera azul la tremolina. Aroma de cántaros amanecidos en la lluvia y autóctonos
Sin duda tengo el alma de anticuario. Me gusta estar rodeado de vejeces.
SANTIDAD Y DIABLURA (XI) Eje carnado en hemiciclos de oro. Contienda de herejías y de ruegos. Lujuria alucinante, meteoro
Más cerca de mi gusto están las telas de Pissarro y Van Gogh, no de Chirico.
No de Vallejo el padecer terrible, ni de Hugo el grande, el ritmo soberano, ni de Darío el cántico profano,
Es para mí el soneto un bien supremo, un cáliz sideral, un arpa de oro, el éxtasis de miel que da en lo extremo,
Sencilla la palabra, el verso breve, redonda la expresión, el pensamiento con alas – como pájaro en el viento-