Bailamos esa noche en casa de la abuela. ¡Cómo tu cuerpo de ágil corderillaenloquecía de adorables ritmos!¡Cómo tu gracia pastoril manabaondulaciones de ala, junco en
Categoría: Obras
(A Edmundo Ames Gómez) La luz que se hariniza entra flotantetras del beso nupcial de la mañana.Huele el paisaje a yemas desfloradasa senos, a vigor,
Yo no sé que tiene en su mirada.Hay un fuego que devora el alma.Hay un abismo obscuro y profundodonde se extravía el corazón.Cuando la noche
Temblaba, abandonadaen un rincón callado,y sobre su cabello difuso como una ondala lámpara jugaba. Hoy fui a verla y la encontré divina;tenía en su desnudezel
IPasa silenciosadejando sólo el vago perfume de su cuerpo;me parece que es ella de violetas un huertoy, enfermo de aromayo la sigo a escondidas como
Son sus formas: secretas ondas de misterio;en ella están urdidas todas las cadenciasen suaves amalgamas. Ella es un imperiode intocadas grandezas, de dulces magnificencias. Es
Esos, eran días de inquietud y de extraños agitamientos. Mi corazón adolescente, enfermo de quimeras, a manera de un ave se lanzó en el vuelo
Editorial El Grito, Sicuani – Perú, 1940 Contiene 85 de sus primeros poemas de amor.
50. Hoy yo lo siento.Lo sintió Anacreontey en él se consumió;fue frágil leñopara su fuego. Lo sintió Petrarcay se redujoen inmortal ceniza. El Dante lo
59. Y me gustaba madrugarde veras;ir al establojusto en el ordeñoy saborear la lecheen las tolveras,o sentarme al fogóncerca del leño. Mis primas:pecho núbily caderas
