(A José Patiño Ponce) Verde revuelo del maizal, vaivénde fuego de esmeralda, fresco incendioprimaveral. Son flores musicaleslos gorriones de los que algunos cantany otros espulgan.
Autor: Antenor Samaniego
Insurrección del viento que sublevabarbas de nubes. Diafanar de argentocomo un dulcísimo jazmín que nieva.¡Oh, liturgias de luz del firmamento! ¿Qué flauta de cristal al
(A Edmundo Ames Gómez) La luz que se hariniza entra flotantetras del beso nupcial de la mañana.Huele el paisaje a yemas desfloradasa senos, a vigor,
Yo no sé que tiene en su mirada.Hay un fuego que devora el alma.Hay un abismo obscuro y profundodonde se extravía el corazón.Cuando la noche
Temblaba, abandonadaen un rincón callado,y sobre su cabello difuso como una ondala lámpara jugaba. Hoy fui a verla y la encontré divina;tenía en su desnudezel
IPasa silenciosadejando sólo el vago perfume de su cuerpo;me parece que es ella de violetas un huertoy, enfermo de aromayo la sigo a escondidas como
Son sus formas: secretas ondas de misterio;en ella están urdidas todas las cadenciasen suaves amalgamas. Ella es un imperiode intocadas grandezas, de dulces magnificencias. Es