VI TANTA beldad como áureo recipientede vida al polvo torna y cae, tantabeldad. Todo el misterio en ella cantay es todo un dios su cuerpo
Autor: Antenor Samaniego
VII LA noche religión, laúd el vientoen esta playa de canción salvaje…Yo, solo aquí, ni exhausto ni sedientode hacerme entre marinos al viaje. En esta
VIII EN el reino del sueño hay una frondamás que celeste, azul; la luz en ellalechosa, acaso ajazminada, es bellaentre ángeles y náyades en ronda…
II ERA, eso sí, más puro que la idea-entraña de la música, divinoopalescer, luz núbil que serpea,o dúctil caracol alabastrino-. Lirio o vientre a la
II EL albo seno de la amada míasugiere frutecer gloriosas frutas,estallan con dulzura sus volutascual joyas de una rara pedrería. Y véncese la luz ante
XI HERA entre ciervos de nieblahuye a la mar. Esta heridapor un venablo de muerte.Bajo la noche amarillaescapa marmórea y dulce;camelias de lumbre liladesgajan sus
XII CLAREA sobre las casasluz de agonía y de sueño. Bateles abandonadoscomo ataúdes desiertos. Bajo la noche los muellesamanecen solitarios. Silentes radas, verdososreflejos de musgo
IX CUAJA en crisoles doradossu luz la joya del sueño.La rosa azula sus hojasen el rocío del cielo. Los leñadores del bosquelabran las ramas del
VI YO veo como una antorchatu cabellera amarillabajo la bóveda azuldel cielo; niña, mi niña,qué vaguedad la que cobratu piel de vidrio y harina… Ay,
VII SALID, mujeres, de esta tierra y vedla;ahora podéis, oh, núbiles doncellas,untar vuestros caminos de alhelíes,de mirtos, clavellinas y violetas; porque ella viene y llega,